
Ingerimos ADN cada vez que comemos algo. El ADN es el plan maestro de la vida y todos los seres vivos contienen ADN en muchas de sus células. ¿Qué sucede con este ADN? La mayor parte de él se descompone en moléculas más simples cuando digerimos la comida. Una pequeña cantidad no es descompuesta y es absorbida en el torrente sanguíneo o excretada en las heces.
Sospechamos que el sistema normal de defensa del organismo finalmente destruye este ADN. Nuevas investigaciones en esta área ayudarían a determinar exactamente cómo los seres humanos han logrado ingerir ADN por miles de años sin notar ningún efecto como resultado de los diminutos fragmentos que se escabullen en el torrente sanguíneo. Hasta el momento, no hay pruebas de que el ADN de cultivos transgénicos sea más peligroso para nosotros que el ADN de los cultivos tradicionales, los animales y los microorganismos acompañantes que hemos estado ingiriendo durante todas nuestras vidas.
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